Galería Antai

Alejandra Caballero

NOMBRE: Alejandra

APELLIDOS: Caballero

LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid

FECHA DE NACIMIENTO: 1974

PROFESIÓN: Artista

 

 

 

 

 

Hace solo unos días os hablábamos de “Segundas vidas”, la muestra de Alejandra Caballero que, durante este mes de mayo, podemos visitar en la Galería Jorge Alcolea de Madrid y que cuenta con un compendio de pinturas en las que, como es habitual en su producción, el tiempo parece detenerse y las figuras, normalmente femeninas, contemplan horizontes, reposan, cuidan, leen o escriben, actividades que podemos asociar siempre a la calma. Sus composiciones suelen ser sencillas, carecen de detalles que nos distancien de lo esencial y cuentan con puertas o ventanas que introducen al espectador en la escena, convirtiéndolo en cierto modo en voyeur, o que abren los espacios hacia al exterior.

Esta semana fichamos a esta artista madrileña, que desde muy joven se formó en talleres y academias hasta recalar en la Lawrence Central High School de Indianápolis, centro al que representó en el 500 Festival of the Arts quedando en primer lugar, y después en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense. Desde hace más de dos décadas ha presentado muestras individuales en centros como la REAJ de la Comunidad de Madrid, la Jugoslavenska Galerija Umetnickih Dela de Belgrado, las salas madrileñas Estandarte, Ana Samarán o la mencionada Jorge Alcolea, la barcelonesa Jordi Barnadas, Anquin´s (Reus), Artara (Mahón) o la Galerie Veronese de Nantes.

En sus inicios recibió una de las becas de Ayllón para artistas interesados en el paisaje o la de pintura de la Fundación Rodríguez Acosta granadina, y entre sus galardones destaca el Pèbeo Art Contest, que se le otorgó junto a Marian Pérez e Iván Solbes, con quienes llevó a cabo una instalación en Marsella.

Se suma ahora Caballero a esta sección porque queremos saber más de su interés por los ambientes cotidianos y los momentos de contemplación; de su tratamiento depurado de las arquitecturas que habitamos, seguramente relacionado con el potencial evocador de sus composiciones; de su tratamiento de la luz y de sus referencias, más allá de una siempre mencionada pero, nos contará ella, no explícita: la de Edward Hopper.

Alejandra Caballero. La siesta

Alejandra Caballero. La cena

Alejandra Caballero. Zumo para el desayuno

Sus inicios creativos, nos cuenta Alejandra, tienen que ver con la influencia familiar, bien temprana. Pudo dedicarse a la pintura desde que comenzó a mostrar su trabajo: Empecé a pintar gracias a mi madre, que también pintaba cuando podía. En casa había muchos libros de arte que miraba con ella e íbamos a muchas exposiciones y galerías. Ha sido un pilar (además así se llama) en mi carrera, alentándome a hacer aquello que amo y que a ella le hubiera gustado hacer.

Empecé a ganar dinero con lo que pintaba desde que comencé a exponer, que fue poco antes de acabar la carrera de Bellas Artes. En ese sentido he tenido mucha suerte. La primera exposición que hice con unos cuantos cuadros pintados del natural tuvo lugar en Ayllón, Segovia, con motivo de la beca de artes plásticas. Tuvieron mucho éxito y me animó a seguir.

Alejandra Caballero. Contemplación

Alejandra Caballero. Ventana a Barcelona

Se ha mantenido fiel a una voluntad: la de representar instantes que el espectador podría insertar en relatos, que no se alejan de lo cercano y que inciden en la belleza presente en lo simple, en momentos cuya cotidianidad no convierte en banales. Esa es su temática fundamental, pero el punto de partida de sus trabajos a veces tiene también que ver con el deseo de profundizar en el lenguaje de la pintura o en la posibilidad de sugerir en sus imágenes narratividad: Me gusta crear escenas. Generalmente represento momentos cotidianos de la vida de una mujer; en ocasiones sugiero historias y procuro picar la curiosidad del espectador, y provocar su imaginación. Otras veces me centro más en temas formales de composición y color.

Me gusta generar por medio de la luz, los objetos, colores, etc. el escenario donde se produce una pequeña acción, unas veces más narrativa y otras más formal. Suelo representar momentos íntimos. También me interesan las relaciones con los animales, los niños, la pareja… Y en mis dos últimas exposiciones los libros han adquirido una especial relevancia.

Me gusta crear escenas. Generalmente represento momentos cotidianos de la vida de una mujer; en ocasiones sugiero historias y procuro picar la curiosidad del espectador.

Alejandra Caballero. La conversación

Alejandra Caballero. Conversación

Alejandra Caballero. La llamada

Alejandra Caballero. Conversación

En lo técnico, opta por el óleo, de tradición inabarcable y de posibilidades muy abiertas. En cuanto a sus dibujos, elige el carboncillo: La técnica que empleo para mi pintura es el óleo. Técnica milenaria súper explorada, pero de la que no me canso por su versatilidad. En concreto utilizo el óleo al agua, que puedes tratar como el óleo tradicional al aceite y también como si fuera una especie de acuarela, diluyendo los colores y dejando que se mezclen.

Trabajo por capas y me gusta cuando un color vibra encima de otro distinto de base, como hacía Rothko, entre otros.

Para dibujar me gusta mucho el carboncillo y, para hacer apuntes del natural, utilizo acuarelas o lápices de colores. El carboncillo sobre un papel ligeramente granulado crea una textura aterciopelada muy agradable. No permite concretar en exceso y, de vez en cuando, olvidarse del color viene bien.

Los tamaños de mis lienzos van desde los treinta centímetros hasta los dos metros y medio. Me siento cómoda en esa franja. Generalmente es el tema el que determina el tamaño; hay temas en los que el espacio es un protagonista más y estos lucen más en grande. Me ajusto al típico rectángulo y al cuadrado.

Alejandra Caballero. Hotel Room

Alejandra Caballero. Habitación de hotel

En el capítulo de influencias, nos habla de Hopper, pero también de otros artistas que nos han sumergido en interiores deliciosos con y sin presencia humana, que han prestado atención a los instantes cotidianos o a un tratamiento del color y la luz muy vitales. La fotografía también se encuentra entre sus referencias: Supongo que Hopper es el pintor que más me influencia, aunque no lo tomo como referente de forma consciente. En ocasiones empleo sus mismos recursos compositivos, y el hecho de que muchas veces pinte una única figura en entornos poco adornados hace recordar enseguida al pintor americano.

Me fijo también en Hammershoi, Bonnard, Richard Diebenkorn, fotógrafos de los 50 y 60, películas, revistas de decoración…

Me encantan Matisse, Velázquez, Rothko, Vermeer, Hokusai, Sorolla, Caspar David Friedrich, Piero della Francesca, Caravaggio, Chardin y muchos más, pero de estos creo que no se aprecia la herencia.

Nos ha hecho recordar, esa alusión a Bonnard, la muestra que la Fundación MAPFRE dedicó al pintor en 2015: en su etapa de madurez, prestó una atención fundamental hacia lo cotidiano y hacia el valor expresivo del color y de la luz, buscando la transmisión de sentimientos en el marco de escenarios que le eran familiares. Los primeros trabajos de Diebenkorn, al que recordamos sobre todo por sus paisajes arquitectónicos abstractos, fueron naturalezas muertas y estudios de interior; Hammershøi es el autor danés de las estancias y las puertas abiertas, sobre todo en grises y blancos, sin presencia humana o, de haberla, encarnada en una mujer que nos da la espalda, sola y quizá ensimismada. Y de Hopper dijo Muñoz Molina, y algo de ese espíritu hay también en la producción de Caballero, que en su obra es la pintura la que ilumina la vida y no al contrario. Puede que no percibiésemos algunas circunstancias con la misma precisión, y atención, de no ser porque él las fijó para nosotros.

Alejandra Caballero. El abrazo

Alejandra Caballero. Viaje de novios

Alejandra Caballero. Novios

Alejandra Caballero. La cita

Hemos preguntado a Alejandra por sus principales proyectos hasta ahora: Me cuesta bastante hacer series. Prefiero ir retomando los temas que suelo tratar con un cierto intervalo de tiempo, para poder aportar algo nuevo a lo dicho. Por ejemplo, en mis dos últimas exposiciones los libros han adquirido más importancia y en cada una he enfocado el tema con algunas variaciones: los libros como ventanas a otras vidas, como contenedores del saber que pueden quedarse en teorías, como objeto valioso en sí mismo o los libros de segunda mano como metáfora de las segundas oportunidades. Otras veces me he centrado más en las relaciones (con los animales o los niños y la pareja). Son temas que me interesan y de los que creo que no me cansaré y seguiré tratando.

En cuanto a proyectos, me hizo mucha ilusión participar en Los Ángeles Art Fair en el 2020 con la galería Anquins e ilustrar las portadas de los libros de Eva Losada Casanova, M.ª Mercè Roca y Daniel Cabrera Marchante. Cada cuadro y cada exposición son para mí un proyecto en el que tengo que volcar lo mejor de mí misma.

Alejandra Caballero. La noche y la ciudad

Tras su paso por Jorge Alcolea, la encontraremos en Alemania: Ahora estoy preparando mi próxima exposición individual en la Galería Kunststücke de Múnich. Es la primera vez que colaboro con ella y por eso en esta ocasión trato de no introducir grandes novedades y hacer aquello por lo que se me conoce, aunque eso sí, estoy teniendo muy presente el color. Tengo la idea de que, en los países donde hace frio y poco sol, el color lo compensa en cierta medida.

Podemos seguir sus pasos, aquí: https://alejandracaballero.eu/

Alejandra Caballero. Gata en la ventana

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