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Laura Mesa, el tiempo lento y el grafito aglomerado

Algo antes del verano se sumaba a nuestros Fichados la artista tinerfeña Laura Mesa; nos contaba que se servía del dibujo, entendido como expresión plástica elemental pero expandiendo su materialidad, para investigar las tensiones entre lo real y su representación artística. Sus trabajos no transmiten la fragilidad habitual del medio, diseccionado en papel, tinta y grafito o conducido hacia la volumetría, y cuestionan la veracidad de las representaciones que albergan; en sus palabras, de alguna manera lo que hacemos como especie no es otra cosa que generar abstracciones, teorizaciones, que se convierten en normatividades y leyes que luego, por otro lado, nos condicionan. Es sobre esas contradicciones que nos definen sobre las que mi trabajo reflexiona a través del dibujo como práctica artística. Este medio de expresión, tal vez el más primario, directo y honesto, me permite ahondar en esta problemática tensionando el propio concepto de dibujo. Así, genero dibujos sólidos con los que pretendo cuestionar la veracidad de la representación bidimensional, estando, por otro lado, atados a su propia materialidad.

Le interesa, por tanto, explorar esas dualidades entre realidad y representación a partir de los materiales propios de esa disciplina (el grafito, vinculado a la línea como elemento constructivo del dibujo, la tinta, que genera mancha y el propio papel, como soporte dibujístico fundamental). Esa concepción del medio que trasciende su planitud le ha llevado a estudiar la relación entre sus obras y el espacio, de modo que muchas de ellas se conciben para entornos específicos, como site-specific.

Es el caso de las propuestas que, hasta el próximo 29 de octubre, presenta Mesa en la Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias en Tenerife. La exhibición lleva por nombre “Pensar el final compromete el final” y consta de una instalación planteada para ser transitada por los espectadores, generando una experiencia inmersiva basada en el rediseño del propio espacio expositivo, hasta el punto de rotar su estructura arquitectónica. En la misma sala, que es parte de un complejo cultural al que también se alude simbólicamente, se crea ahora una zona interna y otra externa e incluso, como apunta Joana P. R. Neves en los textos que acompañan a la muestra, un cuerpo fragmentado.

Laura Mesa. “Pensar el final compromete el final”. Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias

Laura Mesa. “Pensar el final compromete el final”. Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias

Nuevamente ahonda Mesa, eso sí, en las problemáticas propias de la representación de lo real y de la relación entre imagen y materia a partir de conceptos y procesos propios del dibujo; el uso de los materiales propios de este no obedece solo a fines prácticos, sino que los mencionados papel, tinta y grafito se utilizan también aludiendo a conceptos asociados a la superficie o la carne, en un ejercicio de pensamiento dinámico que incluye también, en ocasiones, el desarrollo de técnicos específicos para su propia producción.

Otra nota común del conjunto de su trabajo es que es fruto, justamente, de procesos laboriosos: el año pasado presentó su primera individual en la Galería Artizar, “Pero no el mundo”, e incorporó a ella una instalación compuesta por 800 columnas compuestas por decenas de miles de hojas de papel de seda que previamente había tratado y aglutinado a mano, una a una. En este caso, en la Sala del Gobierno de Canarias, contemplaremos una instalación, que comparte título con la exposición, para la que también ha trabajado manualmente, durante dos años, en 5.000 hojas de grafito aglomerado, conjunción por tanto de lápiz y papel.

Ese tiempo dedicado es relevante en el planteamiento de la obra de Mesa, porque se materializa en la pieza final: además de que el tiempo del dibujo, por su necesaria lentitud, entra en relación crítica, como apunta Neves, con el del tiempo y el espíritu, siendo su labor casi un ejercicio de resistencia frente a la prisa, el espacio que ese material ocupa entra en correlación con los meses que la artista pasó conformando ese grafito aglomerado. Así, tan importante como la apariencia última de esta pieza es ese camino largo, “una acción repetida un ingente número de veces” en tiempo de tecnología y virtualidad.

Entiende Mesa que el trabajo manual continúa siendo la esfera donde reflexionar y crear a escala humana.

Laura Mesa. “Pensar el final compromete el final”. Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias

Laura Mesa. “Pensar el final compromete el final”. Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias

 

 

Laura Mesa. “Pensar el final compromete el final”

SALA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DEL GOBIERNO DE CANARIAS

C/ Comodoro Rolín, 1 

Santa Cruz de Tenerife

Del 10 de septiembre al 29 de octubre de 2021

 

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